ARC utiliza terapia individual y también grupal para quienes se encuentran en las primeras fases de aprender a manejar su trastorno por consumo de sustancias.

Estos tratamientos de salud conductual incluyen una amplias variedad de programas, entre los que se incluyen los siguientes:

  • terapia cognitivo-conductual en grupo e individual que ayuda a los clientes a reconocer, evitar y afrontar las situaciones en las que es más probable que consuman drogas o alcohol;

  • grupos familiares, que presentan a clientes, amigos y familiares a otras personas en recuperación y a sus seres queridos, creando una oportunidad para fomentar relaciones importantes y la exposición a las experiencias de otros; y

  • prevención de recaídas, cuyo objetivo es ayudar a los clientes y a sus seres queridos a identificar los signos y síntomas de recaída y a tomar medidas para llamar la atención por el comportamiento.

Tanto si al principio se recomienda un tratamiento ambulatorio o residencial, estas modalidades terapéuticas suelen ser intensivas al comienzo, cuando los clientes asisten a varias sesiones cada semana. Luego, se pasa gradualmente a un tratamiento ambulatorio regular, en el que las reuniones son menos frecuentes, para ayudar a mantener la recuperación de la persona.

Aunque ambas terapias son beneficiosas para el cliente, según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (Substance Abuse and Mental Health Services Administration), la terapia grupal tiene ventajas adicionales que incluyen: establecimiento de relaciones positivas de apoyo entre pares; capacitación y práctica de habilidades sociales; reducción de la sensación de aislamiento; y también la esperanza, el apoyo y el ánimo necesarios para llevar una vida satisfactoria fuera del tratamiento.